jueves, 22 de julio de 2010

La Senda del Delito

En una oportunidad, descubrí a un adolescente sacando y llevándose las frutas de mi propiedad, y no le sorprendí en el hecho para no maltratarle con palabras, y decidi así hablarle cuando tuviere ocasión.
Día mediante le cruce al salir de mi casa, y tras una charla, le pregunte:
¿Que harías si teniendo hambre ves allí (señalándole con el dedo un lugar en mi vereda) una cajón de frutas?
El respondió: “La tomo, y como”
A causa de su sincera respuesta no le reproche su conducta, puesto que entendí que fue consentido, por lo que, carece de una formación moral que acusé a su conciencia una transgresión al limite.
La conducta de este adolescente le condujo a la cárcel por robos reiteraos e intento de homicidio.
Esta es la senda del delito, la ausencia de una sana formación moral, formación que es exclusiva autoridad y responsabilidad de los padres bajo de la patria potestad, potestad cual no ha de ser cercenada ni invalidada con una invasión por parte de los distintos medios de difusión, como por leyes que legitimen la conducta amoral o por el Estado en carácter tutelar.