miércoles, 21 de enero de 2009

Prólogo

En desacuerdo a la ley Sexualidad Responsable vigente en argentina, expongo mis argumentos, ya que considero que ésta viola la patria potestad, la convicción de fe y la libertad de expresión, Viola bajo una convicción ateísta científica paradigmática la jurisdicción religiosa y su jurisprudencia que son su preceptos estatutos y decretos divinos de su fe, cercena la libertad de las asociaciones civiles, en contraposición a su cultura moral y principios
La vigencia de la democracia se define en la independencia de los poderes que es la conjunción genuina de un estado de derecho, donde el poder ejecutivo y el judicial tienen en sus manos la facultad legítima de veto, uno en consecuencia a su lineamiento político, y otro en resguardo del estado de derecho.
Si una ley es amoral en el concepto de ser insuficiente en cuanto a principios éticos, lo será en su aplicación en consecuencia con la moral de la corte suprema que indefectiblemente tienen el poder de Veto, y que en su independencia puede actuar en conformidad a la medida o abstenerse reprobando a la misma con el veto a la ley, donde en su fallo establece el precedente jurídico moral.
Pensar que una medida es moralmente legítima por el solo propósito de querer hacer una sociedad mejor, no le otorga el derecho de violar los legítimos derechos de los demás. Por lo cual, apelo al Veto unánime de la Corte Suprema y al congreso de la opinión entendida y responsable sujeto al derecho de la patria potestad y sus obligaciones, a considerar el “Veto Moral” de la presente ley de Sexualidad Responsable, cual a mi consideración es improvisada, irresponsable e irrespetuosa del derecho.

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