La religión tiene su propia jurisprudencia estatutaria supeditada al decreto divino de su fe. Y la ingerencia por parte del Estado en asunto de la jurisdicción y o jurisprudencia religiosa, ya sea de carácter: ético, psicológico o sociológico es una clara violación a la libertad de culto, y contradice al espíritu democrático de un Estado de derecho.
La inferencia del Estado sobre la patria potestad en las escuelas, congregaciones o comunidades religiosas, sobre asunto ético educacional, psicológico o sociológico, se contraponen a la propia ética religiosa estatutaria, a la ciencia cristiana y sus decretos, y a la hegemonía social y cultural de su fe..
La inferencia del Estado sobre la patria potestad en las escuelas, congregaciones o comunidades religiosas, sobre asunto ético educacional, psicológico o sociológico, se contraponen a la propia ética religiosa estatutaria, a la ciencia cristiana y sus decretos, y a la hegemonía social y cultural de su fe..
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